La modernización del campo con la consiguiente mecanización de la agricultura, la modernización de los medios de transporte y el abandono de nuestro mundo tradicional, están trayendo consigo la progresiva desaparición de este equino doméstico que tanto ayudó al hombre a facilitarle el trabajo; tanto es así que seis razas de asnos españolas fueron relegadas al triste mundo de las “especies de protección especial” con serios riesgos de desaparición.
En nuestros días, el burro está sufriendo una situación extremadamente crítica íntimamente ligada a la alarmante regresión de este equino en peligro de extinción y la creciente situación de maltrato y abandono de burros en nuestra comunidad.
Tan sólo durante el año 2006, la Asociación ANDREA rescató a 42 burros abandonados, y algunos en condiciones de maltrato extremo. A esto hay que sumarle la ausencia de servicios que resuelvan esta problemática y en muchas ocasiones la precariedad de prestaciones en el rural referente a algunas necesidades y cuidados mas especializados como pueda ser el arreglo de las pezuñas por parte de un herrador, tan importante para mantener la buena salud del burro.
Con el propósito de cuidar y proteger, a través de encontrar una nueva utilidad a esta especie actualmente desamparada, y conservar este importante patrimonio genético y cultural, nació la Asociación Nacional para la Defensa, Recuperación y Estudio Terapéutico de la Especie Asnal (A.N.D.R.E.A.), que apuesta no solo por la recuperación de este animal, sino también por la revalorización de la imagen del burro como forma de estimular el interés público para el problema de su extinción.